Las
babosas terrestres
Fuente: Fotografía propia
Este artículo trata de un animal de cualidades tan
increíbles como la producción de un moco para poder desplazarse o el
hermafroditismo. ¿Quieres saber más?
Las babosas terrestres son moluscos (al igual que
las ostras, almejas y caracoles); son gasterópodos, pertenecientes al orden
Pulmonata sin concha o con pequeñas conchas internas (esta cualidad es la
diferencia más apreciable respecto a los caracoles). Las babosas terrestres
tienen numerosas familias, algunas de las cuales contienen tanto babosas (sin
concha) como caracoles (con concha).
- Descripción
El cuerpo de las babosas es alargado y mide entre 1
y 15 cm dependiendo de la especie. La piel de las babosas es rica en glándulas
que segregan mucus, lo cual les facilita el desplazamiento.
Morfología
de una babosa
Fuente:
internet
Su cuerpo se divide, a grandes rasgos, en una cresta
mediodorsal, manto o escudo, antenas, glándula mucosa caudal, y placa de
reptación.
La cabeza está provista de 4 antenas, de las cuales
las 2 superiores tienen en sus extremos los ojos, que también cuentan con
capacidad olfativa y táctil. La boca tiene dos mandíbulas con pequeños dientes,
y una lengua dentada (rádula).
Boca
de una babosa
Fuente:
internet
Detrás de la cabeza tienen el manto o escudo,
constituído por una delgada lámina calcárea que cubre algunos órganos (digamos
que es lo que sustituye al caparazón). A un lado del manto encontramos el
neumostoma, que es un orificio respiratorio.
Detrás del manto está la parte caudal, que cuenta
con una glándula que segrega la mucosa que le permite desplazarse, con ayuda de
la placa de reptación (en la parte inferior del animal), que es un área ventosa
y musculosa que se adhiere al suelo.
También en la parte inferior está el pie o parte
ventral, que es una zona musculosa que el animal tiene detrás de la placa de
reptación.
- Hábitat
y comportamiento
Puede vivir en varios tipos de hábitat, existiendo
especies terrestres y acuáticas. De hecho, los antepasados de las babosas
vivían en el mar y la evolución los hizo colonizar el medio terrestre,
transformando sus branquias en pulmones.
Este animal suele encontrarse entre la hojarasca o
debajo de las piedras, donde encuentra la protección necesaria. Es muy
frecuente encontrar babosas cerca de zonas húmedas (ríos, regatos, brañas…)
pues necesitan la humedad del ambiente para poder salir al exterior. Es por eso
que la franja horaria más fácil de verlas es en las primeras horas de la
mañana, durante la noche y en las últimas horas de la tarde, cuando las
temperaturas bajan y el ambiente está más húmedo. En verano, con temperaturas
altas y pocas lluvias, permanecen bajo tierra hasta que en el exterior no hay
las condiciones adecuadas. El hecho de que no salgan al exterior es porque
necesitan la humedad para desplazarse; sin humedad y con calor, las babosas se
desecan y mueren.
Su ciclo vital, la velocidad de reproducción y su
crecimiento se ven muy condicionados por las condiciones climáticas, la luz y
la disponibilidad de comida, factores que también determinan la densidad de sus
poblaciones.
Las babosas secretan tres tipos de mocos: uno más
líquido que secreta hacia los costados del cuerpo y otro más viscoso que
secreta hacia el centro del cuerpo. Este último recubre su cuerpo, haciéndolo
más difícil de agarrar y protegiéndolo, además de que tiene un sabor
desagradable y lo hace indeseable para algunos depredadores. El tercer tipo de
moco lo utiliza en la copulación, y a veces también lo emplea como herramienta
(estilo cuerda) para sostenerse cuando baja al suelo desde una planta.
Fuente: Fotografía propia
- Reproducción
Las babosas no son ni machos ni hembras, son
hermafroditas. Además, su cambio de sexo viene dado tras la primera cópula. En
un principio, desde que nacen, son machos; en la primera cópula, el pene de la
babosa macho queda atrapado en la babosa hembra, y por lo tanto esta debe
morderlo y cortarlo para poder separarse. Tras un proceso hormonal, en su
segunda etapa de vida pasaran a ser hembras.
Los huevos son puestos varios días o semanas después
del apareamiento, depositando entre 50 y 500 huevos en varios paquetes dentro
de un agujero cavado en la tierra o en un refugio que consideren seguro. Estos
huevos suelen tener forma esférica, y son de un color amarillo blancuzco o transparentes.
La duración de la incubación depende directamente de
las condiciones climáticas; a 5ºC la incubación dura hasta 3 meses, mientras
que a 20ºC dura entre 2 y 3 semanas. Por otro lado, la humedad del suelo debe
situarse entre el 40% y el 80%. Al salir de los huevos las babosas miden pocos
milímetros y son transparentes; viven de 9 a 18 meses según la especie de
babosa y la región que habitan, y pueden originar una nueva generación al año,
cada dos años o incluso dos generaciones al año.
- Alimentación
La alimentación de las babosas es principalmente de
materia vegetal; no obstante, también tiene hábitos carroñeros. Son animales
muy voraces, ya que pueden llegar a comer la mitad de su peso en una sola
noche, lo que las hace uno de los principales enemigos de agricultores y
jardineros, que combaten estos animales con sustancias como la cerveza o la sal
para envenenarlas.
En los periodos de sequía, las babosas viven bajo el
suelo y se alimentan de las partes subterráneas de las plantas. También son
atraídas por la materia vegetal en descomposición.
Pese a atacar a los jardines, tienen una gran
función respecto a la creación de humus.
Fuente: Fotografía propia
Como cualquier otro animal, las babosas tienen su
función dentro del ecosistema, y es por eso que debemos evitar eliminarlas y
buscar otras optativas si queremos deshacernos de ellas en nuestro huerto o
jardín.
Tal y como os decía al principio, una criatura más
con cualidades impresionantes y que suele pasar desapercibida.
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